viernes, 7 de septiembre de 2012

Trabajo de escritura

INTRODUCCIÓN
El motivo por el cual damos inicio a la presentación y desarrollo de este taller se debe a los distintos problemas evidenciados en estudiantes de 14 a 17 años respecto a la elaboración de crónicas en las que también se observan ciertas dificultades de estructura, cohesión-coherencia, coordinación y redacción.
De igual forma, este taller tiene por objetivo mostrar al estudiante los errores que frecuentemente comete en el momento de escribir una crónica, para que desde el primer instante lo haga mejor y no deje únicamente en manos de los docentes esta tarea sino que, consciente del papel que debe cumplir en la  actividad docente- estudiante promueva el desarrollo del proceso de escritura.
Es por esto, que unas de las dificultades que consideramos más relevantes y necesarias de solucionar dentro de la producción escrita son: la estructura, la cohesión, la coherencia y la redacción dependiendo de las dificultades que presenta cada estudiante. Dada esta problemática planeamos ciertas actividades estratégicas orientadas en una sólida teoría que permita resolver el objetivo propuesto.
Estas actividades se desarrollarán en cinco secciones (una por semana) con el fin de que los estudiantes dediquen el tiempo necesario a la realización de las estrategias como herramientas para una mejor comprensión y producción textual.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Problema: Los estudiantes presentan dificultad en la redacción de una crónica, dado a que no aplican una clara  estructura, ni una adecuada unidad temática que dé sentido al escrito.
El problema planteado evidencia una serie de deficiencias que el estudiante experimenta en el momento de redactar una crónica. Una de ellas es la dificultad para escribir una secuencia de ideas coherentes con una unidad temática que dé sentido al texto, es decir, que permita la correcta relación  conexión y organización tanto en las palabras como en las oraciones que al estar unidas con estructuras pertinentes faciliten la comprensión del tema que se está desarrollando.
En este sentido, es pertinente destacar la importancia de la crónica y su presencia en el aula de clases, pues este texto presenta diversos rasgos característicos que lo diferencian de los demás géneros, por lo cual es necesario recalcar que este brinda total libertad al autor para que muestre su visión del mundo con un estilo propio. Sin embargo, hay que aclarar que aunque este tipo de texto brinda distintas posibilidades, existen ciertas reglas que deben tenerse en cuenta a la hora de elaborar una correcta crónica.
Es así, como en ocasiones el propósito verdadero de la crónica puede desviarse; cuando el estudiante al escribirla se aferra estrictamente a los hechos reales dejando que su voz se opaque por las situaciones descritas, o por el contrario, deje volar tanto su imaginación que olvide dar cuenta de los hechos ocurridos.
A lo anterior, en este taller pretendemos identificar algunas de las dificultades que presentan los estudiantes en el momento de elaborar sus crónicas, con el fin de brindarles asesoría para que fortalezcan sus conocimientos al respecto, específicamente en lo referente a la estructura propia de este tipo de texto.
La estructura formal de la crónica es absolutamente libre; no obstante, en la mayoría de las crónicas podemos distinguir tres partes: el titular, la presentación o entrada y el cuerpo con la conclusión. El titular es el primer elemento para atraer al lector. Lo habitual es que contenga elementos interpretativos, dejando claro que no se trata de una noticia, ya que un titular frío e imparcial podría confundir al lector. La presentación o entrada puede ser independiente o estar constituida por el primer párrafo del cuerpo, ha de tener fuerza y ser atractiva. El cuerpo desarrolla el contenido de la crónica mezclando información con interpretación. Tiene en cuenta la libertad del cronista para narrar los hechos, de manera que el orden depende más de la organización y coherencia interna que de la jerarquía temática de la información A veces, aunque no siempre, el cuerpo termina con una conclusión que es una frase o párrafo de cierre. (López, 2006, p.24).

LOGROS

·         Manifestar la importancia que posee el desarrollo de las competencias comunicativas, implícitas en el manejo de la palabra escrita, dentro de una sociedad alfabetizada.
·         Reconocer los requisitos verbales y cognitivos implicados en la utilización adecuada de la escritura.
·         Estimular al estudiante hacia el uso de la escritura como instrumento de aprendizaje en situaciones de la vida real.
·         Orientar las didácticas propuestas para la apropiación del código escrito, por parte de los estudiantes, a través del diálogo como estrategia de aprendizaje constructivo.
·         Interpretar los discursos escritos mediante los cuales se representa nuestro entorno social y las problemáticas que allí acontecen.
·         Componer textos coherentes no solo en los aspectos convencionales de redacción y ortografía, sino en la transmisión de una intención descriptiva significativa.
·         Fortalecer las capacidades críticas que permitan al estudiante manifestar un punto de vista determinado a través de sus producciones escritas.
Reconocer los requisitos verbales y cognitivos implicados en la utilización adecuada de la escritura.

MARCO TEÓRICO

La crónica en la Historia de Colombia
Para comenzar, se denominó crónica (del griego Kronos, tiempo), porque relataba los sucesos según acontecían con el transcurso de los días. Esta surgió cuando recordar los hechos sucedidos se volvió parte de la vida social, cuando se interesó por conocer en qué lugar sucedieron los acontecimientos y de qué manera.
La crónica era el relato de las cosas que habían pasado. Aquello que había acontecido al individuo y a la comunidad; sucesos grandes y pequeños, imperceptibles y trascendentales. Esta fue en un principio un relato desordenado y escasamente riguroso. Cuando tuvo por fin un orden, este fue el más elemental, el que dictaba el tiempo lineal de ocurrencia, el cronológico. Y cuando adquirió un rigor mínimo empezó a separarse del mito y la religión (Samper, 2004, p.15).
Cabe resaltar que entre los principales temas del recurso narrativo de la crónica se encuentran los viajes, los reportes e informes funcionariales. En la crónica de viaje, se puede decir que uno de los precursores de este género fue Marco Polo, que en el siglo XIV era ya reconocido por sus relatos y experiencias por tierras orientales. De las crónicas de viajes salían a la imaginación del lector experiencias y observaciones de los lugares visitados, anécdotas cotidianas en las diferentes ciudades, a lo que se le denominó con el nombre de cronicón, se presta atención detallada a todo lo que hay en los diferentes sitios en el orden del tiempo de una comunidad, y se toman apuntes sobre la cultura, problemas sociales, enfermedades que azotan una región determinada, escándalos de la época, noticias políticas y en general todo lo que pueda alterar el orden de la sociedad (Samper, 2004, p.20).
En cuanto a los reportes se sitúan toda clase de informes que en la época de la conquista se hacían con el fin de dar noticias a la corona española de lo acontecido en el nuevo continente, como pudieron haber sido los descubrimientos de minas de oro, de tribus indígenas o las costumbres en la nueva granada. Así mismo los informes funcionariales eran un conjunto de archivos provenientes de una cultura de gran papeleo, eran todos los informes que dejaban los empleados públicos para dar fe de sus actividades y el rol de su empleo (Samper, 2004, p.27).
Por último, la crónica funcionarial tenía la necesidad de dejar archivos escritos así pues, unos de los máximos cronistas de la conquista de México fue Bernal Díaz del Castillo y de la Nueva Granada, Gonzalo Jiménez de Quesada. Dentro de la nueva granada los cronistas de indias, de procedencia española, tenían una mirada comparadora del entorno; los cronistas criollos como Garcilaso de la Vega, eran relatores de sucesos acaecidos  en su territorio, hablaban de sus orígenes.
Por otro lado, con Juan Rodríguez Freire se produce un cambio en la naturaleza de la crónica. Es el primer cronista moderno de nuestro país. Sus escritos contienen narraciones sobre la llegada de los europeos a la Nueva Granada, pero se centran principalmente en episodios urbanos ocurridos en la villa de Santafé de Bogotá durante su primer siglo de historia. Recogidos  en un libro que se conoce como El carnero, aparecen allí crímenes pasionales, chismes políticos, hazañas mayores y pequeñas miserias.  Hasta entonces, los sacerdotes que narraban lo hacían llevados por una especie de misión evangelizadora, y los conquistadores, por cumplir el deber de informar sobre sus actividades.
Ahora bien, Samper cita al autor costumbrista José Caicedo Rojas quien reconoce tres tipos de crónicas: “crónica antigua” relacionada con los hechos y costumbres, “artículos de costumbres” que tienen el doble objeto de pintar, corregir los usos como también, la manera de vivir de la sociedad moderna y contemporánea, y “los interesantes cronicones” que describen cuidadosamente las características, extravagancias y defectos sociales de una nación (Samper, 2004, p.39).
Para terminar, no es preciso determinar una fecha exacta sobre el origen de la crónica moderna en Colombia, pero es a partir de los años cincuenta, que se extiende a estudiar y divulgar crónicas históricas, también se da un cambio en las crónicas periodísticas representadas  principalmente por Germán Pinzón y Gabriel García Márquez. Cabe resaltar lo sucedido en el 9 de abril de 1948 que permitió la línea principal para la crónica en Colombia.
Con lo anterior, y ahora teniendo como referente La lectura de la prensa escrita en el aula, la estructura formal de la crónica es absolutamente libre; no obstante, en la mayoría de las crónicas podemos distinguir tres partes: el titular, la presentación o entrada y el cuerpo con la conclusión (López, 2006, p.24).
El titular es el primer elemento para atraer al lector. Está formada por el título y puede ir acompañado de antetítulo y subtítulo. Lo habitual es que contenga elementos interpretativos, dejando claro que no se trata de una noticia, ya que un titular frío e imparcial podría confundir al lector. La presentación o entrada puede ser independiente o estar constituida por el primer párrafo del cuerpo, ha de tener fuerza y ser atractiva. Por lo general, no contiene la información principal, sino una apelación noticiosa, una anécdota curiosa o llamativa, un juicio acertado y convincente, una descripción, un dato sorprendente o una expresión exagerada. Suele ser frecuente el recurso de incluir algún interrogante en la entrada para animar al lector a buscar la respuesta en el cuerpo o desarrollo (López, 2006, p.24).
El cuerpo desarrolla el contenido de la crónica mezclando información con interpretación. Tiene en cuenta la libertad del cronista para narrar los hechos, de manera que el orden depende más de la organización y coherencia interna que de la jerarquía temática de la información. A veces, aunque no siempre, el cuerpo termina con una conclusión que es una frase o párrafo de cierre. En ocasiones, la conclusión no está al final del relato, pues muchos cronistas prefieren hacerla al principio, incluso en los titulares, desarrollando la interpretación a lo largo de todo el texto.
Por otra parte, no es exagerado afirmar que existen tantos tipos de crónicas como cronistas, pues cada cronista acaba creando su propio estilo, su impronta profesional. Con lo anterior, se pueden distinguir las atendiendo a la intención del cronista, al enfoque, al contenido, a su forma o al lugar desde el que esta se realiza (López, 2006, p.25).
Según la intencionalidad del cronista, se distinguen tres tipos de crónicas:
·         La crónica informativa: el cronista se limita a informar sobre un suceso sin emitir opiniones.
·         La crónica interpretativa: el cronista ofrece la información y añade, además, la interpretación de los hechos.
·         La crónica de opinión: el cronista informa y opina simultáneamente (crónicas de fútbol, taurinas o de algunos otros deportes).

Según el enfoque, la crónica puede ser:
·         Crónica impresionista: cuando el cronista ofrece una impresión fotográfica de lo que cuenta (impresión, naturalmente, personal).
·         Crónica expresionista: cuando da una visión personal del hecho.
·         En realidad, la verdadera crónica es, a la par, impresionista y expresionista.
Según su contenido las crónicas se clasifican en:
·         Crónica de sucesos o crónica negra: trata temas delictivos, violencia en general, catástrofes.
·         Crónica judicial: es la más especializada, ya que exige conocer el lenguaje y la técnica judicial para poder contar y valorar lo sucedido.
·         Crónica deportiva: narra acontecimientos deportivos como un campeonato de tenis o un partido de fútbol.
·         Crónica taurina: es una de las más especializadas. Tiene un estilo característico, muy castizo y plástico.
·         Crónica de viajes: de gran tradición tanto en el mundo periodístico como literario.
·         Crónica social: informa de los hechos y acontecimientos relacionados con las personas en general y con asuntos en los que estas son protagonistas, como fiestas, bailes, desfiles, manifestaciones.

Por otro lado, y partiendo de la referencia del libro Cómo escribir relatos de  la autora Silvia Kohan, el relato y la crónica son articulados en una sucesión de secuencias presentadas por una voz narrativa que orienta al lector hacia los acontecimientos. Así, los componentes habituales de las historias narradas son: la presencia de uno o dos participantes de inicio a fin, las causas que hacen que estos participantes actúen, las acciones realizadas por ellos en un marco espacial y temporal.
En una obra literaria, el escritor no habla nunca directamente al lector, sino que se ingenia una mirada que va dirigida hacia lo que sucede de una forma determinada y desde un ángulo específico: este es denominado narrador y su función es contar. En el relato, entonces, el autor da la palabra al narrador, que, a la vez, mediante una serie de datos organizados mueve uno o varios personajes en un espacio determinado, produciendo el relato como un acontecimiento que sucede en un tiempo específico (Kohan, 1999).
Por otro lado, cuando se habla de visión se refiere al ángulo en el que se sitúa el narrador, el cual focaliza los acontecimientos, elige un foco e informa según lo que ese foco le permite. Así pues, su visión puede ser irrestricta o restringida. En la primera, el narrador pasa sin ningún tipo de trabas de los sentimientos de un personaje en dada situación a lo que sucede en otro lugar o época. En la visión restringida, la focalización puede ser interna o externa: la interna respecto a una persona que piensa y percibe; y en la externa, el personaje se remite a lo que observa desde afuera (Kohan, 1999).
Ahora bien, la presencia del narrador se basa por lo que sabe y según lo que se dice; por ejemplo: el relato en tercera persona, donde el narrador puede estar fuera de las acciones narradas y contar los hechos sin ninguna mención a sí mismo. O en primera persona, donde participa en las acciones contadas como protagonista, con un papel secundario o como testigo presencial.
Dentro de los relatos y las crónicas también es necesario tener en cuenta el tono, el cual hace referencia a la voz apropiada para conseguir un efecto. Los tonos pueden ser irónico, agresivo, desconfiado, desafiante, falso, persuasivo, triste, explicativo, entusiasta, interrogativo, dubitativo, exagerado, analítico, etc.; y son importantes para mostrar la intensión del que habla en el relato.
Para escoger el tono de expresividad en un texto narrativo es necesario tener en cuenta el tema, su intensidad. El relato va ligado con la emoción, por ejemplo, no es lo mismo utilizar un tono de ligereza para un poema, o un tono sereno para un cuento de terror. En el tono participa la emotividad del sujeto.
El personaje es un ente fundamental en un relato, por lo cual es de suma importancia saber delimitarlo, se caracteriza por mostrar su personalidad, por ser plenamente reconocido por el lector, y el escritor tiene como prioridad mostrar todas sus facetas.
En cuanto al tiempo y al espacio en el relato, la cronología de este puede estar determinada por la duración de la historia, el tiempo referencial histórico, que relaciona la obra con un contexto social determinado, o por las marcas referenciales de los tiempos verbales en el discurso. Así, las relaciones esenciales que determinan una narración son (Kohan, 1999).
·         Orden: Disposición de los acontecimientos de la historia.
·         Duración: Tiempo que se extiende lo narrado.
·         Frecuencia: Número de veces que se repiten los acontecimientos.

Respecto al espacio, este está determinado por los lugares geográficos, ambientales o interiores donde se desarrollan los hechos. Su función en el relato es:

·         Caracterizar personajes y  estados psicológicos.
·         Crear ambientación y despertar expectativas en el lector.
·         Definir  un contexto socio-histórico.
·         Economizar descripciones y dar profundidad al conflicto.
·         Dar dinamismo a la narración y al desarrollo de las acciones.


Para concluir, los espacios objetivos son aquellos que se concretan como entornos reales a partir de la constatación sensible de sus características por parte del narrador o personaje. Por otro lado, los subjetivos son  determinados como mentales, interiores o imaginarios en la historia.

·         Objetivo: Puede ser abierto o cerrado, rural o urbano, vacío o habitado, clásico o moderno, oscuro o claro, amplio o reducido, etc.
·         No objetivo: Es posible encontrar espacios oníricos, míticos, simbólicos, mágicos o psicológicos entre otros.

CORRECCIÓN DE LOS TEXTOS

Reparar la escritura
Daniel Cassany

ü  Lo más importante de la corrección son los aspectos relacionados con la coherencia, información  y estructura. La caligrafía, opinión, estilo y grado de interés no son totalmente relevantes.

ü    Es conveniente escoger las faltas adecuadas del escrito, para que no sea una corrección exhaustiva para el estudiante (hay que tener en cuenta el grado escolar).

ü  El docente puede corregir solo lo que el alumno puede aprender. No vale la pena dedicar tiempo a corregir cosas para las cuales el alumno no está preparado.

ü   No debe corregirse con crueldad los errores, también  hay que señalar los puntos positivos y tener una posición neutral y justa en la valoración del escrito.

ü    Es conveniente una frase alentadora para fomentar una corrección optimista y constructiva.

ü   Es importante corregir en el proceso de composición antes del producto final.

ü   Aprender a trabajar con borradores donde la corrección debe estar enfocada en el contenido: coherencia, planteamiento del texto, información relevante, estructura.

ü    Sería adecuado el desarrollo de la confianza para que los estudiantes no tengan temor al mostrar sus borradores.

ü   Los maestros deben hacer entender a los estudiantes que cometer errores es fenómeno normal.

ü   Los estudiantes también pueden ser autocorrectores y en correctores de los trabajos de los compañeros.

ü  Marcar la incorrección es suficiente cuando se trata de faltas o errores cuya solución correcta suponemos que el alumno será capaz de deducir.
ü  Hay  que tener en cuenta inicialmente la corrección del contenido (estructura, coherencia, originalidad, creatividad, interés) y posteriormente la forma (ortografía, morfosintaxis, léxico, puntuación, capacidad expresiva).

ü   La mejor manera d elaborar un sistema de marcas para una clase, consiste en dejar diseñar a los alumnos sus propias marcas.






ü  La mejor manera de motivar a los alumnos para la corrección es corresponsabilizarles con la tarea: pedir su opinión y darles la oportunidad de decir cómo quieren que se realice.

ü   Es apropiado no dejar pasar mucho tiempo entre la redacción y la corrección, que el estudiante tenga fresco lo que ha escrito.

ü  Las instrucciones deben ser concretas y prácticas, no realizar comentarios vagos y generales.

ü  El maestro no debe hacer todo el trabajo de la corrección. Los estudiantes también deben marcar las incorrecciones del texto y buscar ellos mismo la solución correcta.

ü  Es apropiado que el profesor hable con el estudiante sobre las dificultades del escrito.
ü  El maestro debe proporcionar instrumentos para que los estudiantes puedan autocorregirse (diccionarios, gramáticas…).

ü   Se debe tener el tiempo necesario para corregir detenidamente cada escrito, el maestro debe asegurar la calidad de la corrección, aunque la cantidad se resienta de ellos.

ü   La corrección debe ser usada como un recurso didáctico y no como una obligación.


Para  el desarrollo de este taller se tendrán en cuenta los siguientes aspectos:
·         Cinco estudiantes entre 15 y 18 años  que se reunirán con las maestras durante cinco sesiones de 2 a 2 horas y media para llevar a cabo las actividades planeadas.
·         Se utilizarán las siguientes lecturas: “En la pausa” de Diego Meret, “Boxeador por un día” de Efraín Medina, “Todo sobre mi padre” de Diego Garzón y como referencia teórica “Antología de grandes crónicas colombianas” de Daniel Samper Pizano, así como también, La lectura de la prensa escrita en el aula de Rafael López, Begoña López y Natalia Bernabéu.
·         El proceso de escritura realizado durante las cinco sesiones, estará expuesto en  el siguiente  link: http://tallerdedidactica2012.blogspot.com/.


METODOLOGÍA
Primera sesión
Objetivos:
·         Incentivar las actividades de escritura a partir de la expresión afectiva del “yo”  mediante la producción de un texto autobiográfico. 
·         Identificar los rasgos más importantes de la comunicación verbal, la intención de convenciones y locuciones que posibiliten al educando formular sus ideas de manera apropiada.

Inicialmente, cada orientadora explica a su estudiante cómo se va a llevar a cabo el desarrollo de las actividades propuestas para el aprendizaje de la escritura de una crónica.
Posteriormente, la orientadora leerá un texto autobiográfico de Diego Meret titulado “En la pausa”  y a su vez el relato de su vida para que el estudiante tenga referentes al momento de iniciar su composición.
Luego, se entabla un diálogo entre profesora-estudiante para reflexionar en torno a las lecturas propuestas aclarando cualquier duda que surja antes del proceso de producción escrita.
A continuación, se les pedirá a los estudiantes  que realicen una autobiografía con la libertad de contar los aspectos que ellos consideren más representativos de su vida. Después de terminado este primer encuentro las profesoras se reunirán a compartir cada una de las composiciones de sus estudiantes para observar tanto las fortalezas como las debilidades recurrentes en los textos.





Segunda  sesión
Objetivos
·         Ejercitar procesos de escritura para el desarrollo de habilidades que permitan al estudiante construir significado a través de su composición textual y transmitir una intención comunicativa determinada al lector.
·         Relacionar el uso de la lengua con el contexto real de enunciación para comprender  la producción escrita como mecanismo de comunicación esencial en nuestra sociedad alfabetizada.
·         Identificar los rasgos más importantes de la comunicación verbal, la intención de convenciones y locuciones que posibiliten al educando formular sus ideas de manera apropiada.

A partir del libro “Reparar la escritura” de Daniel Cassany las mediadoras establecen criterios básicos, con una  fundamentación teórica, que faciliten la corrección de los escritos.
En primer lugar, cada profesora en compañía del estudiante mostrará la revisión de su texto autobiográfico para que este tenga en cuenta todos sus aciertos y los aspectos a mejorar en el escrito.
Seguidamente, las profesoras compartirán la lectura de sus propias crónicas, para que los estudiantes con base en esto inicien el proceso de escritura de aquel tipo de texto.
Para concluir esta sesión, el aprendiz tendrá un espacio para desarrollar con autonomía su composición escrita, con la libertad de escoger el tema de su preferencia. Todo ello con el fin de incentivar la creatividad de la escritura a partir de lo anecdótico.




Tercera sesión
Objetivos
·         Fortalecer la comprensión  lectora del aprendiz para la adquisición de saberes fundamentales con los cuales pueda  escribir determinado tipo de texto, en este caso crónica.
·         Establecer una relación entre los pre-saberes y los conocimientos adquiridos respecto a la crónica para reforzar el esquema cognitivo que poseen los educandos en relación al tipo de texto que deben utilizar.
·         Mediar entre los significados  personales del aprendiz y las formas de comunicación en sociedad, a través de las cuales se representan conceptos públicos,  para favorecer la contextualización de las producciones escritas.

En este encuentro se reunirá el grupo de estudiantes y profesoras para dar a conocer las marcas de corrección, sugeridas por Daniel Cassany, las cuales se tendrán en cuenta al momento de evaluar cada uno de los textos.
Después,  una de las maestras leerá en voz alta la crónica escrita por Efraín Medina llamada “Boxeador por un día” para que  el estudiante tenga claridad en cuanto a la estructura y al contenido adecuado al momento de escribir su crónica.
Posteriormente, se realizará una mesa redonda en donde se socialice los conocimientos previos a cerca de esta tipología textual, para ello se plantearon los siguientes interrogantes: ¿Qué creen ustedes que es una crónica?, ¿qué aspectos tendrían en cuenta para realizarla?, ¿qué temática es apropiada para componer este escrito?
Por consiguiente, se abrirá un espacio para que ellos junto a las maestras compartan las respuestas de los interrogantes anteriores. Además, tomando como referencia el libro de Daniel Samper Pizano denominado “Antología de grandes crónicas colombianas” a los estudiantes se les expondrá la historia de la crónica en Colombia, así como también los antecedentes relevantes de este tipo de texto. Seguido de esto, se les explicará qué es una crónica y cuáles son los tipos que de esta se derivan, teniendo en cuenta lo propuesto por el libro: La lectura de la prensa escrita en el aula.
De esta forma, con los conocimientos adquiridos deberán elaborar una crónica a partir de dos temas sugeridos tales como: una experiencia inolvidable con su mascota o con su mejor amigo, para esto contarán con 45 minutos para la redacción del escrito.
Finalmente, las orientadoras leerán cada uno de los textos elaborados, realizando observaciones generales a todo el grupo, y posteriormente cada docente enfatizará en el proceso individual del estudiante asignado.

Cuarta sesión
Objetivos:
·         Reforzar la consciencia sobre lo escrito mediante didácticas de lectura y socialización con el fin de que el educando pueda determinar  autónomamente el propósito general de su composición escrita.
·         Realizar una retroalimentación en torno a las correcciones de los textos para explicar el motivo de los errores cometidos y los métodos para solucionar las deficiencias encontradas en los textos escritos.
·         Reconocer y  utilizar adecuadamente las expresiones requeridas para la función lingüística descriptiva propia de un escrito como la crónica.

Se iniciará con una actividad de lectura basada en la crónica de Diego Garzón “Todo sobre mi padre” para que el estudiante se motive a escribir una crónica acerca del trabajo de alguno de sus padres, ya que una temática personal favorecerá a que el estudiante relate con espontaneidad aspectos de su vida familiar.
Cabe aclarar que en este ejercicio la corrección será más rigurosa en cuestión del contenido  (estructura, coherencia, originalidad, creatividad, interés).
Para terminar este encuentro académico, los textos elaborados se compartirán ante el grupo dándose a conocer las características positivas de cada uno de ellos. También se darán recomendaciones para el mejoramiento de las falencias.
Quinta sesión
Objetivos:
·         Reflexionar sobre los procesos de escritura fomentados en las diferentes sesiones para vincular la experiencia personal inherente a todo acto comunicativo en la dinámica de enseñanza-aprendizaje.
·         Reconocer y  utilizar adecuadamente las expresiones requeridas para la función lingüística descriptiva propia de un escrito como la crónica.
·         Fomentar didácticas de aprendizaje colaborativo a través de ejercicios interpersonales como la lectura de las producciones escritas ante el grupo de estudio y  la posterior interpretación por parte de los educandos de los textos de sus compañeros.


Para esta reunión se propone una discusión en torno al proceso de escritura llevada hasta el momento. Allí cada estudiante manifestará su opinión respecto a las siguientes preguntas: ¿Cómo ha sido su experiencia en la lectura y comprensión de crónicas?, ¿consideran que estas actividades han sido útiles para mejorar su proceso de escritura?, ¿qué dificultades creen que necesitan superar para el perfeccionamiento de su escritura?
Para finalizar, la temática de su última producción escrita estará basada en la experiencia de un viaje significativo.
Después de terminar esta actividad se realizará una coevaluación donde los estudiantes compartan su punto de vista acerca de la corrección de la crónica hecha por sus propios compañeros. Esto clarificará los conceptos que se tienen al respecto de este tipo de texto y a su vez a identificar las marcas estilísticas que diferencian un escrito de otro.
En conclusión, las maestras recalificarán los textos anteriormente producidos y se reunirán para exponer los progresos obtenidos durante este taller de escritura. Así la experiencia de corrección sistematizará una didáctica adecuada para el desarrollo de las habilidades expresivas del educando a través de la palabra escrita.
CONCLUSIÓN
Haciendo una reflexión sobre el trabajo a lo largo del presente taller de escritura, reconocemos las dificultades en la búsqueda  del objetivo principal, enseñar a escribir crónica, como fomento a las escritura en jóvenes entre los doce y dieciocho años. Las debilidades a las que estuvimos enfrentadas fueron numerosas, pero tuvimos una meta bien trazada que nos ayudó a llenar vacios como lo fueron: los errores de ortografía, la incoherencia en las oraciones, problemas de redacción e ideas inconclusas.
Con la ayuda de los textos mencionados en el marco teórico, por ejemplo, algunas lecturas de la compilación de crónicas históricas de Colombia de Daniel Samper o los escritos que nosotras como estudiantes hemos redactado, les dimos a conocer un panorama general de lo que es la crónica, la historia y qué clases existen en este género narrativo. De manera conjunta les expusimos la definición y las pautas para escribir crónica, qué es una crónica, qué no es una crónica; los resultados se hicieron evidentes en la última sesión, en la que los muchachos lograron llevar a la práctica las correcciones que se les hicieron y fueron cuidadosos a la hora de escribir, disminuyendo las faltas ortográficas.
En los últimos encuentros los escritos tomaban forma de crónica, de acuerdo a la experiencia vivida con los cinco alumnos sin lugar a duda, se puede afirmar que la crónica es un género interesante para fomentar la escritura en el aula, ya que cuenta hechos cotidianos que sorprenden y mantienen la atención del lector a lo largo del relato.
Hay que tener en cuenta que las faltas en la redacción o en la ortografía no se arreglan en un mes, es un proceso en el cual tratamos de darles pautas para que analicen sus textos, al igual que el uso de los borradores y la lectura de las crónicas que hemos hecho en el semestre. 
 A manera de conclusión cabe decir que por medio del ejercicio exaltamos el cumplimiento de varios de los objetivos expuestos anteriormente, y los escritos de los estudiantes expuestos en nuestro blog dan fe de esto.
Producción escrita

Competencias


Avanzado

Satisfactorio

Mínimo

Insuficiente






 Pragmática

Identifico el contexto sobre el cual debo escribir para cumplir con las exigencias de la audiencia. Es decir, a través de la crónica puedo establecer una relación con el ámbito socio-cultural del que formo parte.

Compongo un escrito pertinente de acuerdo con la situación comunicativa  establecida. Sin embargo, no relaciono causas y consecuencias de la problemática que describo en mi crónica. 

Redacto una crónica organizada y legible. No obstante, el contenido de mi escrito se halla falto de  contenidos culturales e ideológicos.

Mi crónica carece de la información necesaria para la consecución de un propósito lector.







Semántica

Manejo un apropiado uso del léxico y significado para la organización de las ideas centrales en cada uno de los párrafos que conforman la crónica.

Manifiesto un orden
de ideas, no obstante el uso impreso entre las relaciones verbales dificulta la apreciación de una secuencia lógica de
significados.

Presento una organización de proposiciones inadecuada con escaza concordancia entre los significados expuestos, lo que hace del texto un discurso fragmentario.

No reconozco el lenguaje propio del tema. Ni presento una concordancia entre las palabras o expresiones para la descripción de un orden cronológico de hechos.







Textual

Construyo un texto con una unidad temática perceptible. Jerarquizo ideas en orden de prioridad, resaltando la principal como centro de interés. Organizo adecuadamente un desarrollo proposicional en torno a la idea fundamental.


Logro mantener el eje temático, sin embargo la utilización de enlaces cohesivos no es congruente y mis enunciados pierden sentido.

Intento dar prioridad a un núcleo temático, pero mis ideas se hacen dispersas a medida que avanzo en la construcción del texto

Mi texto carece de relaciones intratextuales significativas, no se lee una intencionalidad explícita en mi composición.



Enciclopédica

Utilizo mis pre-saberes de manera adecuada para realizar inferencias y exponer valoraciones personales con relación a los acontecimientos descritos en la crónica.
.

Demuestro mis conocimientos previos para la realización del texto. No obstante, presento dificultad al extraer conclusiones y deducir información a partir de lo que se narra en el escrito.
.

Aunque poseo ideas preliminares sobre la realización de una crónica, no demuestro estos saberes en la composición escrita de esta.


No preveo la escritura de una crónica desde mis habilidades discursivas.








Gramatical

Mis enunciados están construidos de acuerdo con las reglas ortográficas, gramáticas y de puntuación. Estructuro mis ideas de forma clara y significativa.

Formulo mis enunciados de forma clara, no obstante no reconozco los límites entre las distintas partes del texto. Me extiendo en exceso restando prioridad a las ideas relevantes.

Traslado características del discurso oral al escrito. Expreso mis enunciados ignorando la especificidad propia de composiciones textuales. Los errores gramaticales dificultan la lectura.

El texto es ambiguo e incomprensible, la falta de organización y articulación formal impiden la lectura.

 

ReferenciasCassany, Daniel. (1999). Construir la escritura. Ediciones Paidós Ibérica: Barcelona.
Kohan, Silvia Adela. (1999).Cómo escribir relatos. Barcelona: Editores Plaza y Janés, S.A.
López Rafael, López Begoña, Bernabéu Natalia. (2006). Proyecto mediascopio Prensa. La lectura de la prensa escrita en el aula. España: Publicaciones Medascopio.
Samper Pizano, Daniel. (2004). Antología de grandes crónicas Colombianas. Ediciones Agilar: Bogotá.